NUEVA YORK – La tarde del viernes 5 de septiembre de 2025, Novak Djokovic extendió otro de sus récords: el jugador de mayor edad en jugar las semifinales de los cuatro Grand Slams en un mismo año.
Lo hizo por séptima vez en su carrera, una muestra de regularidad y vigencia impresionantes.
En 2008, el serbio irrumpió en la era de dominio de Roger Federer y Rafael Nadal; hoy se enfrenta al ascenso del duopolio formado por Carlos Alcaraz y Jannik Sinner.
Djokovic, un campeón que se mantiene vigente por tantos años, está destinado a ser siempre ese tercero en discordia.
En el pasado fue el joven intruso que interrumpió en la era de un suizo y un español; Djokovic los superó en casi todos los números y se adueñó de casi todos sus récords. En adición, su figura polémica y carácter bufonesco hizo que los fans de Federer y Nadal se unieran en su contra.

Más de quince años después, es el único tenista que realmente podría complicar en los torneos grandes a los que mandan en el circuito: un italiano y otro español que se han repartido entre ellos los últimos siete Grand Slams.
Djokovic ha sido ese tenista regular, que llegó a todas las semifinales, pero se encontró a un veinteañero más fresco que él (salvo en Australia, cuando tuvo que retirarse contra Alexander Zverev, lesionado y cansado luego de una batalla extenuante en cuartos de final contra Alcaraz).
Sinner y Alcaraz tenían seis y cuatro años respectivamente cuando Djokovic venció a Jo-Wilfried Tsonga y levantó su primer título de Grand Slam en Melbourne. Desde ahí, el serbio cultivó dos de las rivalidades más icónicas de la historia del tenis para dar forma al Big 3.
Y como con Federer, como con Nadal, Djokovic viene animando un historial interesante con los jóvenes.
Frente al actual número uno del mundo poco ha podido hacer en sus recientes encuentros: del 6-4 a favor del italiano, los últimos cinco han sido para el tenista del 24 años.

En cambio, contra el español, el serbio sí ha podido encontrarle una vuelta: con mucho amor propio ganó el oro en París 2024, y con menos físico, pero con un exceso de fortaleza mental e inteligencia, lo superó en los cuartos en Australia. 5-3 para Djokovic, con los últimos dos duelos a su favor. En apenas tres años de rivalidad ya se midieron en todos los escenarios importantes. Este viernes van frente a frente por primera vez en Flushing Meadows.
Dijo el campeón olímpico antes del inicio de este US Open: “Hay jugadores capaces de ocupar el lugar de The Djoker. De algún modo empatizo con el tercer tipo, porque estuve en esos zapatos con Federer y Nadal. Quiero ver que aparezca un tercer jugador“.
“Ojalá alguien pueda meterse en la pelea. Rune estuvo ahí, y medio que sube y baja. Ahora está Fonseca”, agregó.
¿El danés, el brasileño? ¿Ben Shelton? ¿Jakub Mensik? Rune convive con demasiadas irregularidades, Fonseca todavía no despega, Shelton no ha podido explotar lo máximo de sí mismo, y Mensik no ha conseguido ninguna campaña memorable después de su título en Miami.
Mientras esperan, Djokovic seguirá ocupando ese sitial. El tercero en la mesa de ayer y de hoy.





