LONDRES – Alisten las agujas. Mañana mismo la checa Marketa Vondrousova se hará un tatuaje más para su colección, en referencia a su título de Wimbledon conseguido este sábado. ¿El Venus Rosewater Dish? (el trofeo femenino de Wimbledon) ¿O quizás una frutilla, el icono pop del torneo? Aún no lo sabe, pero tanto ella como su coach (que apostó a que si su pupila ganaba, también se tatuaría) agregarán un poco de tinta a sus pieles.
Vondrousova es una gran fanática de los tatuajes, y es de las pocas tenistas del circuito que lucen sus brazos llenos de distintos diseños, tras haber visitado varios estudios de su ciudad, donde ha sido tatuada por mujeres, principalmente. «No rain, no flowers», dice uno, que refiere al sacrificio por el que ha pasado antes del éxito. Cosa que hizo mucho sentido en este sábado 15 de julio.
La checa ha sufrido con las lesiones. En el pasado Wimbledon fue una espectadora más. Con su muñeca inmovilizada después de una segunda cirugía, estuvo apoyando entonces en las clasificaciones a su amiga y compañera de dobles de este año, Miriam Kolodziejova. Tras eso, siguió una semana de turismo por Londres, antes de casarse con su pareja Stepan Simek.
La tenista de 24 años tendrá doble celebración, el título de Wimbledon tras vencer a Ons Jabeur por doble 6-4, y su primer año de aniversario con Simek, que viajó de urgencia a Londres. La pareja había acordado que él se quedaría en Praga cuidando de Frankie, el gato de ambos. Por eso tuvieron que hacer arreglos de último minuto: «Enviamos un mensaje a la cuidadora, Stepan vendrá con mi hermana».
La checa se convirtió en la primera tenista en la historia del torneo en ganarlo sin ser preclasificada. Lo hizo también sin un auspiciador oficial de indumentaria. Tras su serie de lesiones, Nike no quiso renovarle, y jugó estas dos semanas en Londres con ropa del año pasado.
Por la otra parte, África y el mundo árabe deberán esperar para glorificar a su primera campeona de Grand Slam. Jabeur jugó su peor partido del torneo luego de sortear un cuadro dificilísimo hasta la final, en el que debió vencer a cuatro campeonas de Grand Slam: Aryna Sabalenka, Elena Rybakina, Petra Kvitova y Bianca Andreescu.
«Es la derrota más dolorosa de mi carrera», dijo Jabeur su segunda bandeja de plata que la reconoce como vicecampeona. Luego, en conferencia de prensa, muy dolida, expresó su dolor: «Estuve llorando con Kim Clijsters en el vesturio». Grandes tenistas como la belga, Simona Halep y Chris Evert, han perdido sus primeras finales de Grand Slam antes de convertirse multicampeonas. Su consuelo, y una suerte de inspiración para el futuro.
