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Horacio de la Peña, sin anestesia: el tenis chileno no tiene «identidad» y Marcelo Ríos fue echado «por ser muy de derecha»

NUEVA YORK – Horacio de la Peña abre la boca y es imposible dejar de escucharlo. Dice que el tenis chileno no tiene «identidad», que Marcelo Ríos fue «echado» del país «por ser muy de derecha» y que a Gabriel Boric le faltan 15 años para poder ser un presidente capaz. Dice, también, que el nivel del mejor tenis masculino ha bajado. Y que cuando los chilenos vean hacia dónde los lleva el proceso político actual «se van a querer matar». Jura, además, que jamás hablará «en chileno».
«¿Cómo juegan los chilenos? No sabés. Fernando González a los garrotazos, Nicolás Massú las mete, el Chino Ríos es talento. El tenis chileno no tiene identidad», aseguró De la Peña durante una extensa entrevista con CLAY en Nueva York.
¿La mayor obsesión de De la Peña hoy, a sus 56 años? El circuito de torneos challenger patrocinado por Dove Care Men.
«Estamos en las negociaciones finales, el circuito Dove Men Care era una ilusión, una locura del Pulga. Pero hemos demostrado con números, resultados e historias que esto era realmente lo que necesitaba el tenis sudamericano. Este año hicimos 16 torneos, y el año que viene vamos por 24. Los países son siempre los mismos, pero vamos a sumar torneos y a mezclar superficies, porque necesitamos que los jugadores sean competitivos en todo tipo de superficies».
– ¿Cuál fue el tiempo más largo que estuvo sin hacer nada?
– Creo que una vez, hace unos años, dormí 16 horas seguidas. Creo que eso fue lo más… No me gusta hacer nada. Estoy planteándome el retiro en cuatro o cinco años. Se lo planteé a la ATP cuando les fui a pedir apoyo, les pedí que me acompañaran un par de años más, así dejaba algo lindo para el tenis sudamericano. Me pidieron por favor que no me retirara, que esto es glorioso. Lo que se viene va a ser muy bueno, pero en algún momento voy a tener que bajar un poquito
– ¿No le asusta la perspectiva de no hacer nada? Desde que se lo conoce que siempre ha estado haciendo algo.
– Sí, yo no creo que no haga nada, pero voy a tratar de que todo lo que haga lo haga sin un porqué. Ya está, ya hice todo lo que tenía que hacer. Si me levanto un día y me quiero ir con mi hijo a un torneo en Europa me voy, y si quiero viajar y conocer… ¡No conozco las Pirámides de Egipto! No puede ser que yo no las conozca, con lo que me gusta la historia. Hay ciertas cosas que tengo que hacer, así que me voy a empezar a tomar un poquito de tiempo cuando deje todo encaminado.
– Aunque lo que hace le da mucho placer…
– ¡Mucho placer! Me da mucho placer. Lo que pasa es que es algo muy difícil, estoy al límite todo el día. Todos saben lo difícil que es hacer un torneo, y estamos apuntando a hacer 24 challengers y 30 futuros el año que viene. Es una bocha. Compaginar federaciones, managers, jugadores… Es mucho.
– ¿Su esposa y sus hijos le aguantan esa hiperactividad?
– Mi esposa es igual que yo… Ella está a full, trabaja todo el día. Lo bueno es que mucho de esto lo podemos hacer desde casa.
– Y hablando de la familia, vemos a su hijo, Bautista, muy presente como tenista en las redes. ¿Se viene un nuevo De la Peña?
– Él está pensando en hacer un deporte que es el tenis de la mejor manera posible. Sabe que tiene herramientas que tienen muy pocos en el mundo y las está aprovechando: un papá que se preocupa mucho y sabe, cancha, pelota, raquetas, vitaminas, todos los especialistas para que lo guíen y tenga un crecimiento sano.
– Usted vivió esa expectativa, tapa de «El Gráfico» con presión de número uno, esa es la presión que hoy se vive en las redes. ¿No le preocupa meterle demasiada presión?
– Yo trato de no hacerlo, lo que pasa es que lamentablemente lleva un apellido que está metido en el tenis. Va a tener que convivir con eso. Si logra hacerlo va a avanzar unos pasos que quizás otros den más tarde, pero la presión la vas a tener siempre si sos bueno.
– ¿Y es bueno?
– Juega suficientemente bien. No te puedo decir que es un fenómeno, pero le paga bien a la bola y tiene buen físico.
– O sea que puede haber un De la Peña jugando en el circuito profesional próximamente…
– Ojalá, ojalá eso pase.

– Hace ya muchos años que le aportó a Chile el know-how del tenis argentino. Y fue muy exitoso. ¿Hay hoy un know-how chileno que se puede traspasar a la Argentina?
– El tenis es mucho más fuerte en Argentina, se preocupan mucho más por la capacitación de los profesores, por tener una escuela, por tener una identidad. En Chile cada uno hace lo que le parece. No hay identidad, y eso no le hace bien a su desarrollo. Cada país, zona, tiene que tener una identidad, es mucho más fácil cuando el tenis tiene identidad.
– ¿Cuál es la identidad del tenis argentino?
– La lucha, la garra, la buena técnica, los buenos tiros de fondo pesados, con curva… Siempre una más. Esa es una identidad muy marcada en el tenis argentino.
– ¿Y cuál debería ser la identidad del tenis chileno que hoy no es?
– Yo creo que el tenis chileno es un tenis más rápido por la altura, debería ser más agresivo, más a dos o tres pelotas como jugaba el Chino Ríos, como trata de jugar Tabilo. Yo a Garín lo haría jugar más tenis Cañas que el tenis de dos pelotas, que a veces erra mucho. El tenis de Guillermo Cañas, una y una de derecha. Garín es un jugador muy fuerte de abajo, con muy buena estructura física, muy buena recuperación. Yo no jugaría a dos pelotas si tuviera su tenis.
– Está pensando en cambiar de entrenador, le dijo a CLAY. ¿Qué le parece eso?
– Todavía no ha encontrado a la persona que le marque el camino que él necesita.
– ¿Y le interesaría ayudarlo?
– No es un tema de si me interesa o no. Mi rol no es el de entrenador, ya hice muchos años eso.
– ¿Un sistema como el de Toni Nadal, que es asesor de Felix Auger-Aliassime?
– Estoy pensando en hacer algo de eso con un par de entrenadores argentinos. Ser consejero e ir a algunos torneos, pero no el trabajo diario.

Toni Nadal and Félix Auger Aliassime pose for CLAY in the players’ area of the US Open / SEBASTIÁN FEST

– Vuelvo al tema de la identidad, del patrón de juego.
– No, no es un patrón de juego. Es identidad.
– Ok. ¿Dónde le falta la identidad al tenis chileno?
– ¿Cómo juegan los chilenos? No sabes. Fernando González a los garrotazos, Nicolás Massú las mete, el Chino Ríos es talento. El tenis chileno no tiene identidad. Eso se soluciona con una decisión país, no es una decisión personal. Es una decisión que tienen que tomar los chilenos.
– Solía recorrer Chile de arriba a abajo en auto escuchando música…
– Ya no puedo. Tengo que concentrarme en el circuito, porque quiero que me salga muy bien esto de los torneos.
– Su acento argentino está intacto.
– Ojalá siga igual. La identidad es la identidad. El Pulga es el Pulga. Si vos escuchas al Pulga hablar en chileno… no.
– ¿El Pulga nunca dijo «cachai»?
– No.
– ¿Fue una decisión consciente?
– No, es algo que sale. Mi esposa es argentina, mis hijos, menos Bauti, son todos argentinos. Se habla argentino, vemos River todos los domingo. Somos muy así.
– Y el fútbol chileno, ¿no impregnó algo?
– Nada.
– Son una especie de ínsula argentina en Santiago.
– Eso. Empanadas, asados, dulce de leche, panqueques.
– ¿Eso lo hace sentir cómodo o en algún momento se dice, «bueno, yo estoy viviendo en Chile»?
– No, cuando yo viajo como comida chilena, pero cuando estoy en casa como comida argentina.
– ¿Y la música?
– Mi esposa es experta en el tema, ella me hace todas las listas y yo lo único que hago es poner el «mood». «Mood» cachengue, «mood» romántico, para bailar, para hacer ejercicio.
– Su esposa significa mucho.
– Es que ella se ocupa de muchas cosas, de mis looks, de cómo se ve y cómo la gente me ve. Lo ha hecho siempre muy bien, yo confío mucho en ella.
Toni Nadal le dijo hace unos días a CLAY que se está jugando un peor tenis, porque jugadores como Nadal y Djokovic son peores que sus mejores versiones y los nuevos, por lo tanto, son inferiores.
– Coincido totalmente. La calidad del tenis top bajó. Zverev no termina de ganar. Antes de lesionarse vos veías en Roland Garros que jugaba mejor que Rafa pero no le ganaba. Tsitsipas lo mismo. Tienen muchos agujeros. Alcaraz es una muy buena versión, pero lejos. Alcaraz juega diez veces con el Djokovic de hace cuatro o cinco años y pierde las diez veces. Juega muy bien, pero pierde las diez veces. Es inconsistente.
– ¿Tiene un techo alto?
– Sí… No tiene contra. Se fue Thiem… Kyrgios no tiene ganas. Se ha perdido, el tenis necesita de estas estrellas, bati estrellas. Y el único es Alcaraz. Que se recupere Zverev. En Argentina me gustan muchos. La garra de Schwartzman. Baez es un sólido top 30 que va a tocar el 15, dando vueltas por ahí.
– ¿El tenis femenino qué le genera?
– Me parece que es una gran oportunidad. Haddad Maia no tenía ranking y ganó los dos torneos que organizamos nosotros. Va a ser top ten en nada.
– ¿Cuánto tiempo hace que vive en Chile?
– Dieciocho años.
– En el fondo de su corazón, ¿no hubiera querido hacer en Argentina lo que hizo en Chile?
– Sí, pero no tenés las condiciones comerciales para hacerlo. Ese es el único problema. Pero yo ayudo mucho a Argentina. Le paso la plata para hacer muchos torneos y les consigo sponsors secundarios. Lo que me tocó me tocó en Chile, nada más.
– ¿Cómo era lidiar con el Chino Ríos?
– Tenías que ser muy bueno. Muy bueno. No se te podía escapar nada.
– ¿Como qué?
– En todo, hasta cómo te levantabas. Tenías que estar todo el día sorprendiéndolo. Cuando eras una persona normal te ninguneaba y te descartaba. La semana antes de Roland Garros le gustaba tomar Orangina, abrías el bolso y tenía que tener Orangina. Quedaba a las ocho a entrenar, y si no estabas ocho menos cuarto se iba. Había que hacer una tarea de inteligencia previa.
– ¿Y él se lo agradece?
– Siempre. Soy una de las pocas personas que pueden decir que siempre fue muy bueno conmigo. Todas las anécdotas que tengo son divertidas por lo duras que son. Duro, muy duro.
Hoy cambió el físico y el aspecto. ¿Cree que podría aportar algo al tenis chileno? ¿O no tiene sentido pedírselo?
– Sería buenísimo, pero no tiene sentido. Chile lo echó al Chino.
– ¿Cómo que lo echó?
– Si, lo echo. Con una política… Ríos es muy de derecha, muy profesional. No le gustan los vagos, no le gustan las cosas sociales. No le gusta la gente holgazana, la gente que trabaja por ser amigo. Lo dice todo el tiempo, y Chile va en otra línea.
– ¿El video a favor del rechazo le jugó en contra?
– No le juega en contra. Él no quiere este Chile. Y por eso se fue.

Marcelo Ríos con el trofeo que ganó Jerry Shang en Lexington // RENA BEHR – Lexington Challenger

– ¿Y a usted qué le parece este Chile?
– Creo que no están tomando conciencia de dónde se están metiendo. Cuando se den cuenta se van a querer matar.
– ¿Se refiere a la nueva Constitución o a más temas?
– A todo. La Constitución arruinaría el país. Pero más allá de eso están generando que la gente vuelva a no trabajar. Ellos estuvieron toda la vida tratando de parecerse a Estados Unidos y de repente se quieren parecer a Venezuela, no entiendo. No tiene nada que ver.
– Usted no vota.
– Sí, voto. Puedo votar acá en el Consulado. Seguramente vaya. Esta Constitución que hicieron es pésima.
– Se está pensando en una nueva Constitución si se rechaza esta propuesta.
– Sí, pero esto es volver a darle trabajo a un montón de zánganos que están dando vueltas y lo único que hacen es enredarse entre ellos para conseguir sueldos por hacer algo que, la verdad…
– ¿A Boric lo ve con buenas intenciones o lo ve como parte del problema?
– Yo creo que le faltan 15 años de experiencia como para poder hacer algo bueno por Chile. es demasiado joven, demasiada poca experiencia. Está aprendiendo en un país muy rico.
– Y cuando ve lo que sucede al otro lado de la cordillera, con Cristina Kirchner como protagonista, lo sigue?
– Me da mucha pena las cosas que escucho. No me gusta lo que veo. Llevan a que nos falten el respeto a nivel mundial. Tenemos que estar siempre pidiendo disculpas. ¿Yo qué tengo que ver?
– ¿Le sucede como argentino al viajar, hay un estigma por el mal funcionamiento del país?
– Sí, en todo. Todo lo tenés que validar dos veces. Que hagas las cosas bien es… Siempre, siempre te miran con desconfianza. Fijate el ruido que hizo la pelota que le dio Cerúndolo a Murray el otro día. ¿Por qué hizo tanto ruido? Porque es argentino. Es durísimo. Y Fran hubiera hecho eso acá o jugando un partido con sus amigos. es su esencia. Pero la gente ve la esencia argentina, una esencia corrupta, vueltera, ventajista, que agranda las cosas… Vos explicas algo y te creen la mitad. Yo hago lo que prometo y la gente no lo puede creer. Pero es feo, igual.
– ¿Dónde se ve en diez años?
– Probablemente en Florida y viajando por el mundo.
– ¿Cómo Fernando González, que le dijo a CLAY que se instala en Miami?
– Lo más probable es que dentro de diez años, con mis hijos todos recibidos se acaban todas las etapas, voy a disfrutar de la vida, ir a comer donde me guste comer, disfrutar de los nietos, ojalá muchos.
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Ex jefe de Deportes de DPA y de La Nación, ex presidente de la International Tennis Writers Association (ITWA). Autor de "Sin Red", un viaje por el mundo siguiendo a Roger Federer y Rafael Nadal, y de "Enredados", sobre el equipo argentino de Copa Davis. Cubrió más de 60 Grand Slams y entrevistó a los principales protagonistas de la escena del tenis en los últimos 30 años.

Comentarios (2)

  • Nancy

    Bien De la Peña , un gran hombre.

  • Ricardo

    Exelente entrevista y muy muy fe acuerdo

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