Carta desde Londres (11): Los explosivos de Wimbledon
LONDRES – En varios turnos por día Wraith, un springer spaniel inglés sale a olfatear por Wimbledon. El perro es parte del equipo de seguridad del All England Club, y el principal encargado en la búsqueda de explosivos. Explosivo el tenis
Cristian Garin aprovecha la ruta de Berrettini y sonríe como nunca en un Grand Slam: “Cuando vi el cuadro estuve molesto, pero aquí estoy, feliz en cuartos”
LONDRES – Las apuestas van absolutamente en tu contra cuando el rival en los octavos de final de Wimbledon ya te venció tres veces antes, no te dio sets y más encima te ganó una de esas veces en la
Carta desde Londres (10): La diversidad de un centenario
El tenis comenzó a agarrar tanto interés en las primeras décadas del siglo XX, que el viejo Wimbledon estaba quedando chico. Así, en 1922 el torneo abandonó las instalaciones de Worple Road - que lo vieron nacer en 1877 -
Delirio por Roger Federer en un Court Central centenario repleto de campeones: “Espero volver”
LONDRES – “Espero poder volver una vez más”. Frase de Roger Federer que hizo estallar de júbilo al público de un estadio que lo idolatra como a ningún otro y que extraña bastante verlo competir. Múltiples campeones desfilaron por la alfombra verde
Carta desde Londres (9): Kyrgios vs Tsitsipas, de la caldera del Court 1 a la sala de prensa
LONDRES – El partido caliente con nivel electrizante entre Nick Kyrgios y Stefanos Tsitsipas se siguió jugando en la sala de prensa. Volvamos antes a la cancha donde hubo mucho tenis y mucho drama. En un Court 1 repleto con una atmósfera
Jannik Sinner: esquís por raquetas y una rivalidad con Alcaraz que promete
LONDRES – Bajando de las altas cumbres de los Alpes. Un chico que tenía un gran futuro con botas en los pies enganchadas a un par de esquíes. De pasaporte italiano, pero con el alemán como su lengua nativa. Y
Carta desde Londres (8): Oda a las mejores frutillas del mundo
LONDRES - Largas filas esperan por el bocado más deseado cuando se piensa en tenis y en Londres. La locura es por las fresas. La experiencia Wimbledon no es completa si no se prueban sus famosísimas frutillas, uno de los íconos del evento